Manual de la OTAN advierte que los hackers sí pueden ser objetivos militares

Doce expertos formularon diferentes estrategias de seguridad frente a los ciberoperaciones que podrían causar lesiones o incluso la muerte a personas. La publicación asegura que puede existir una respuesta militar «mientras se realiza cada ataque».

El Centro de Excelencia en Ciberdefensa de la OTAN en Tallín auspició un libro que advierte sobre la «ciberguerra» en la que ‘hackers’, ‘hacktivistas’ y atacantes respaldados por estados podrían destruir bases de datos o atacar directamente infraestructuras, según publicó El Mundo.

La publicación, llamado Manual de Tallín de Legislación Internacional Aplicable a la Ciberamenazas (CCD COE), asegura que «una persona ‘hacktivista’que, en el transcurso de un mes, lleva a cabo siete ataques cibernéticos contra los sistemas de control del enemigo» es objeto de respuesta militar «mientras se realiza cada ataque».

Además detalla que «a falta de una indicación clara de que el ‘hacktivista’ ya no se dedica a este tipo de ataques, él o ella seguiría siendo objetivo más allá del período».

El documento fue realizado gracias al trabajo de al menos doce expertos que plantean estrategias frente a ataques contra redes informáticas sensibles.

Según la publicación del diario español el manual contiene unas «95 ‘reglas’, en parte evolucionadas a partir de las guías de comportamiento bélico de la Declaración de San Petersburgo 1868 y la Convención de Ginebra de 1949, aunque con apartados muy concretos relacionados con el ‘ciberespacio'».

Es más, el libro considera que un ataque cibernético está definido como una «ciberoperación, en la que se espera razonablemente que cause lesiones o incluso la muerte a personas, o bien daños o la destrucción de objetos».

El profesor de la Escuela de Guerra Naval de EEUU, Michael Schmitt, dijo a la AP que existen pocas leyes formales sobre el uso de las llamadas «ciberarmas», pero que «el derecho internacional se aplica a las ‘ciberarmas’ como se aplica a cualquier otra arma».

Otra de las definiciones que entrega el libro es el de «hacktivista», siendo éste «un ciudadano particular que por su propia iniciativa se involucra en actividades de ‘hacking’ por razones, entre otras, ideológicas, políticas, religiosas o patrióticas». Lo que para la OTAN debería ser un blanco de ataques incluso si ese ‘hacktivista’ no está trabajando directamente bajo un mando militar.

Fuente: http://www.latercera.com

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